Mi última boda del año se antipaba muy interesante, por varias razones, pero la principal
es que mi amigo Alberto confió plenamente en que fuera yo quien inmortalizara un día tan especial,
y cuanta gratitud a la adorable Adriana que se dejó llevar. Gracias chicos, este fue
el aperitivo tan especial que tuvimos unas semanas antes en la costa de Murcia.
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